De la butifarra de huevo se pierde el rastro en el tiempo. Si bien está documentada desde el siglo XVII, ello no implica que no se elaborara antes, ya que está relacionada con el calendario religioso: es el embutido típico de Dijous Gras o Dijous Llarder (Jueves Graso o Jueves Lardero), el jueves anterior al Carnaval y, por lo tanto, la última vez que se podía comer embutido antes de empezar el período de Cuaresma (en el que, precisamente, no se puede comer ni huevos ni carne). En esa época, las casas ya habían terminado con la matanza del cerdo y no les faltaban butifarras. Además, las gallinas empezaban a poner huevos con más frecuencia que en pleno invierno. ¡La mezcla de ambos ingredientes casi parece cosa del destino!